Lo que nos limita en nuestro camino casi nunca tiene que ver con las circunstancias o entorno. Lo que nos limita se circunscribe única y exclusivamente está en nuestro interior.
Considera tus problemas como oportunidades para crecer. Bajo este convencimiento tus esfuerzos se dirigen a la búsqueda de soluciones y de nuevas alternativas. Si hasta ahora cada vez que tienes un problema, lo primero que haces es pensar ¡ que mala suerte ! ¿ por que me pasa a mi esto ? y no haces nada o casi nada, verdaderamente tienes un problema, tu actitud.
Es esencial dejar atrás nuestros limitados pensamientos y creencias y dirigir nuestra conciencia a una perspectiva más universal.