A veces la vida nos da sorpresas, algunas hermosas donde el corazón rebosa de alegría, y otras que nos despedazan en millones de partículas.
Todas son lecciones que debemos afrontar con el coraje y la valentía necesarias para salir adelante y sentirnos más fuertes por haberlo logrado.
Hoy pienso que no hay mal que por bien no venga, tengo la idea firme que es así, aunque saltar los obstáculos que encuentro a lo largo del camino me resulta cada vez más fatigoso, sé que lo lograré.