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Mi pasión

Soy Argentina, resido en Bs As.

Mi pasión es la fotografía, siento que al tomar una foto queda en ella un pedazo de historia.
No uso flash, todas las fotos las tomo con la hermosa luz natural.

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*Un día particular

Hoy fue un día particular, hay días así cierto? surgió de algo que parecía superfluo y que derivó en una sensación extraña, en la nostalgia de tiempos pasados.


Sucede que casualmente nos pusimos a conversar con un compañero de trabajo sobre los abuelos, coincidimos ambos que los nuestros fueron Italianos por parte de padre.
  
  Recordamos algunas costumbres de aquellos inmigrantes y nos llevaron a soñar con años lejanos…su lucha, sus comidas, sus dichos, canciones…

       Y fue que internamente seguí pensando a mis “nonos”…Aunque conmigo mi abuela no tenía gran predilección, sí me la tenía mi bis abuela, la “nonita vieja” y mi nono…aquel fortachón y tierno hombre...ellos me hacían sentir una personita especial. La bienvenida era ese “chau bambina”! en mi inocencia pensaba que me estaban gastando una broma al despedirse en lugar de recibirme…

Mi bis abuela me tenía siempre preparada una canción, la cual a pesar de los años, aun suena en mi cabeza.

"Margaritina, Margaritela…"

Recordé aquellos almuerzos de los Domingos, la gran mesa desplegada sobre el jardín, debajo de esos árboles que servían para entretención de todos los primos que nos divertíamos arrancando su fruta madura….higos, duraznos, damascos, ciruelas, kinotos…divisé a los mayores preparando la comida, mi mamá con sus postres…mi papá el asado…la tía la ensalada…todos ocupados en lo suyo, distendidos, felices.

Vagó mi memoria por la quinta rebozante de fresca verdura, tan bien cuidada por el abuelo: tomates, lechuga, radicheta, zapallos, frutillas! El gallinero...! con sus conejitos bebitos que eran un deleite....Hasta sentí la sed por beber ese agua fresca de pozo que saciaba a las fervientes y alocadas criaturas que pasábamos el día corriendo y desplegando nuestras energías luego de una larga semana de inactividad.

Regresé a aquellos pagos de José C Paz, a su aroma, al perfume de mi niñez, a esos lugares de tantos recuerdos, anécdotas…

...Y todos estos pensamientos, sensaciones y sabores a felicidad, por una simple charla, una conversación sin buscarla.


Luego, al volver al trabajo, al volver a la realidad, tuve que abrir una cuenta a una persona que vive en…José C Paz…quién les dice, quizás mis nonos rondaban en la oficina…